El entorno - La ciudad de Oviedo
Una ciudad señorial, monumental y acogedora
La capital del Principado de Asturias es una de las ciudades más bellas del norte de España. Situada a los pies del monte Naranco, y rodeada de montañas con la Sierra del Naranco y la Sierra del Aramo, la ciudad de Oviedo es una ciudad monumental, salpicada de lugares mágicos y únicos que no dejarán indiferente al viajero.
Son muchos los atractivos de esta ciudad, desde su majestuosa catedral gótica hasta sus monumentos prerrománicos como San Julián de los Prados, Santa María del Naranco y San Miguel de Lillo, pasando por edificios más modernos como el Palacio de Congresos y Exposiciones de Calatrava, e innumerables estatuas, entre las que destacan las de Botero.
Es imprescindible pasear por el casco antiguo, donde se encuentran muchos vestigios del pasado de Oviedo, desde un pequeño fragmento de la muralla, la Iglesia de San Juan el Real, el propio Ayuntamiento, la Pescadería o la Plaza del Fontán. Déjese llevar por estos bellos rincones del Oviedo antiguo y disfrute de una experiencia que seguro no olvidará.
Estatua del Sagrado Corazón
En lo alto del Monte Naranco, esta imponente figura de 30 metros abraza simbólicamente la ciudad. Desde su mirador, las vistas panorámicas de Oviedo y sus alrededores son simplemente espectaculares
Catedral de Oviedo (San Salvador)
Corazón espiritual de la ciudad, esta catedral gótica alberga la Cámara Santa, Patrimonio de la Humanidad, y reliquias únicas como el Santo Sudario. Punto clave del Camino de Santiago
Santa María del Naranco
Originalmente un palacio real, este edificio del año 842 es el emblema del arte ramirense. Su armonía arquitectónica y ubicación privilegiada lo convierten en uno de los monumentos más fotografiados de Asturias
San Miguel de Lillo
Una joya del prerrománico asturiano del siglo IX, construida por Ramiro I. Aunque solo se conserva una parte del templo original, su decoración escultórica y celosías talladas en piedra son de gran valor artístico
Palacio de Congresos Calatrava
Diseñado por el célebre Santiago Calatrava, este edificio futurista sorprende por su forma orgánica y estructura monumental. Un contraste audaz con el casco histórico